El Altiplano guatemalteco ofrece la combinación perfecta de bellezas naturales, espectaculares paisajes montañosos y tradiciones de la cultura maya.
La cultura indígena más arraigada está en el Altiplano. Sus bosques de pinos y gran cantidad de Volcanes como Santiaguito, Santa María, Cerro Quemado, Zunil y Chicabal en Quetzaltenango, Tolimán, San Pedro y Atitlán en Sololá, Acatenango y Fuego en Chimaltenango, Cuxquiel en Totonicapán y Tajumulco y Tacaná en San Marcos, entre otros, permiten la práctica de senderismo, canoping y ecoturismo. La región occidental brinda un despliegue folklórico que une la cosmogonía precolombina con las costumbres de los conquistadores. Es una combinación perfecta de bellezas naturales como el Lago de Atitlán en Sololá, Cenotes de Candelaria y Laguna Brava en Huehuetenango y las cataratas La Igualdad en San Marcos, y de tradiciones como el mercado de Chichicastenango, en Quiché.